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jueves, 13 de marzo de 2014

Se otorga a cambio del alma

Advertencia: Este texto pertenece al subgénero Hora Tenebrosa todo lo aquí descrito es plena ficción literaria, cualquier parecido con la realidad corra despavorido.

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Para vender su alma a Satanás debe invocarlo en forma humana. Reconocida es su figura como Charro Negro.

Primero piense en su más grande deseo material, olvídese de las estupideces esas de lo espiritual y eterno. Piense en dinero, el hombre o mujer deseados, éxito, casas, autos. Olvídese también de tonterías de prosperidad, nuestro Padre Satanás no pide declarar, sino prometer.

¿Y que ha de prometerse al Diablo?, el alma, desde luego. El Charro Negro está a punto de visitarlo, solo hace falta conseguir una vela.

Entre a una habitación vacía y vierta una botella de talco por todo el piso (el taco es inflamable), en una mesa central coloque la vela y enciéndala proclamando alabanzas a Belial, Belcebú y Azalel. Satanás respeta y no lo declara de su propiedad, entreguese libremente en alma y cuerpo a su satanidad.

Con la vela encendida en la habitación llena de talco arrodillese frente a ella repitiendo su deseo del siguiente modo.

"Satan alabado, mi alma te entrego, toma mis entrañas y que sean combustible del infierno. A cambio dulce Satán, concedeme _______"

Repita esto 6 veces y arroje la vela encendida al suelo lleno de talco. La flama se apagará antes de caer, en señal de que Satanás ha firmado el pacto con usted y esta noche no lo hará arder, sino hasta despues de morir dichoso al usufructuar su deseo cumplido. El Charro Negro tocará a su puerta con el Contrato que con sangre deberá firmar.

Coda

Al tirar la vela, la flama no se apagó. Los labios trémulos e hinchados de alabanzas diabólicas se tensaron en un grito de espanto primero, alaridos de dolor después, mientras el talco se incendiaba junto con la habitación.

El Charro Negro esperaba afuera de la casa con el Contrato a firmar.

"Se otorga, a cambio de su alma en el Infierno, el amor de Valeria Domensain".

Tras el último grito, el Charro Negro rompió el Contrato del infeliz y se dirigió a casa de Valeria, dispuesto a tomar su cuerpo y alma.
A diferencia de Dios, Satanás sí se deja tentar por los hombres, y hay deseos terrenos que él prefiere disfrutar.

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