- ¡Isaaaaac!, hijo, dice tu padre que va a salir y quiere que lo acompañes.
- ¡Ese canalla!, ¡que se joda!, ¡yo no vuelvo a salir con él!, ¡aaaahhhhhh!
- ¿Pero qué diablos le pasa a ese muchacho que sale corriendo cada que le pido que salga contigo?
- A mí no me mires - responde Abraham nervioso, escondiendo su rostro tras el ejemplar matutino del Diario Mesopotámico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario